intervenciones en el paisaje cultural



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sábado, 17 de noviembre de 2012

Encuentro de Arte y Naturaleza Viejo Paraná

arte in-situ organizará de Marzo a Junio de 2013 el Encuentro de Arte y Naturaleza Viejo Paraná que reunirá a un grupo de artistas nacionales e internacionales durante cinco días para vivir y producir en el lugar, proponiendo un espacio de intercambio, colaboración y reflexión sobre arte, medio ambiente, cultura y política.

Viejo Paraná brindará a los participantes un espacio natural como soporte de trabajo y a su vez posibilitará visitas abiertas al público. Las obras serán realizadas in-situ, con elementos recolectados en el lugar y permanecerán emplazadas hasta su natural biodegradación. La secuencia de visitas al lugar permitirá percibir las modificaciones que sucedan con el transcurrir del tiempo debido a la acción de las crecientes, vientos, sequía…

La imposibilidad de manejar todas las variables que ocurren a la intemperie, es parte del recorrido a transitar por artistas y público.
Paisaje social
El suelo, la presencia o ausencia de agua, las precipitaciones, la intensidad de los vientos, la flora y fauna marcan el aspecto general de una región, generando referentes de identidad ambiental. Los cambios que ocurren por la acción humana conforman nuevas topografías; modificando los elementos originarios. A primera vista, el entorno nos puede parecer natural -como oposición a lo urbano- sin embargo, ese paisaje natural ha sido construído.

Las Islas del Departamento de Victoria pertenecen a un Área Natural Protegida que han sido apropiadas para la producción ganadera y forestal bajo la figura de Reserva de Uso Múltiple. Actividades desarrolladas en torno a la agricultura y la ganadería provocaron cambios en el medio natural y la desaparición de especies.

En el año 2003 quedó construído el Puente que une la ciudad de Rosario con Victoria, abriendo una vía de comunicación principalmente de uso comercial, entre Brasil y Chile. Los terraplenes que se construyeron para elevar el puente de 60 km de extensión, modificaron el escurrimiento de las aguas de las islas, los arroyos fueron rellenados y las tierras cercadas mediante alambrados eléctricos.

La construcción del puente puso en evidencia el territorio insular, donde fueron desplazados y disputados los límites geográficos y la explotación de los recursos entre las dos costas (Rosario-Victoria). Diferentes prácticas socio-económicas como la instalación de sabaleras, forestación para plantas de celulosa, agricultura y ganadería alteraron los suelos y las vías de navegación y comunicación. Esos cambios incidieron en los hábitos de los isleños, quienes emigraron hacia zonas urbanas buscando fuentes de trabajo, y también en los habitantes ribereños, que se apropiaron del río de una manera diferente: más abierta al ocio y al turismo desde la costa rosarina, frente a una práctica más rural desde la costa de Victoria.

El río propone una dinámica de ciclos, de crecientes y bajantes, que modifican los suelos, la vegetación y la vida de los habitantes. Ese territorio transitable a través de arroyos, islas y costas, permite visualizar una estructura asimétrica, cargada de significados que se van superponiendo en relación a acciones políticas, sociales y ambientales. Es en relación a esos desplazamientos, que se propone un lugar de trabajo que recorra ese espacio móvil, considerando la transformación que el mismo sufre.
Fuente:
“Conservación de los humedales y los modos de vida asociados en el Delta del Paraná” Wetlands International-Fundación Humedales. Taller Ecologista.


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